martes, 24 de febrero de 2015

Estoy en pecado mortal ¿puedo comulgar?


«Quien tenga conciencia de hallarse en pecado mortal que no comulgue el Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental,

quien este en pecado mortal y no tenga la posibilidad de confesarse, en este caso, uno está obligado a hacer un acto de contrición perfecto, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes pero no debe tomarse la eucaristía sin antes confesarse a un sacerdote »


Para tomar la eucaristía los católicos cristianos sólo pueden rezar el acto de contrición en caso que sus pecados sean veniales, y no mortales.
Es decir cuando tú has cometido un pecado mortal, debes confesarte primero con un sacerdote, porque si recibes la eucaristía en pecado mortal sería un sacrilegio, sería una gravísima ofensa cometida hacia el cuerpo y la sangre de Cristo.
Cuando tus pecados no son graves, sino veniales, ahí si puedes rezar el acto de contrición y sin confesarte con el sacerdote, recibir la eucaristía.
Pero para ello debes tener bien en claro cuáles son los pecados mortales y analizar bien tu consciencia.
Porque el mismo Apóstol Pablo nos dice que quien coma y beba el cuerpo y la sangre de Cristo indignamente, se estará comiendo y bebiendo su propia condenación.

como somos grandes pecadores, los cristianos católicos debemos de rezar el acto de contrición siempre y a cada hora, pues con él, pedimos perdón a Dios por los pecados cometidos, tanto de acción como de inacción.
Pero esta oración de nada vale si vas a comulgar y estás en pecado mortal, pues no le libera del mismo, sino que debes de ir primero a confesarte con el Sacerdote y luego ya liberado de esa carga, puedes comulgar.
Recuerda las palabras de Jesucristo: Si presentas tu ofrenda ante el Altar (ir a comulgar en este caso) y te acuerdas de que tu hermano contigo herido está (pecado mortal ante nuestro amigo Jesucristo), deja la ofrenda y ve y ponte en bien con tu hermano (es decir confiesa tus pecados y luego ve al Banquete Celestial, que es la Comunión).

Oraciones de arrepentimiento actos de contrición 

Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso, a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado san Miguel Arcángel, al bienaventurado san Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los santos, y a vosotros, hermanos, que pequé gravemente con el pensamiento, palabra y obra; por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa. Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado san Miguel Arcángel, al bienaventurado san Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los santos, y a vosotros, hermanos, que roguéis por mí a Dios nuestro Señor. Amén.

Este tipo de oración es un acto de contrición también en las  misas el sacerdote lo dice al empezar